SIN TREGUA (Simon Kernick)

31.12.2013 10:06

SIN TREGUA 
(Relentless, 2006) 
Simon Kernick 

Editorial La Factoría de Ideas
Colección Calle Negra (17) 

1 º Edición: 2008 
Traducción de Olga Usoz Chaparro 

Género: Thriller / Género negro 
ISBN: 9788498003963 
312 Páginas 

 

Argumento:
Un sábado por la tarde Tom Meron juega con sus hijos, de cinco y cuatro años, mientras su esposa Kathy asiste a una reunión en la Universidad. 

El protagonista lleva una vida apacible, vive en una casa confortable, tiene dos pequeños a los que adora y se considera bastante satisfecho con esa existencia; sin embargo, cuando suena el teléfono y atiende la llamada todo da un giro incomprensible y espeluznante... 

Al otro lado del cable la voz temblorosa de Jack Calley, un amigo íntimo al que, no obstante, lleva años sin ver, pide ayuda. Confundido, Tom sólo acierta a comprender que el otro hombre es perseguido, quizá amenazado de muerte, pero un segundo antes de que le den caza y la comunicación se corte Jack ha dado a sus agresores la dirección de Tom. 

Incrédulo y asustado, lo primero que hace el protagonista es sacar a sus hijos de casa y dejarlos con su suegra, que vive lejos de allí en una vivienda unifamiliar. No quiere alarmar a la mujer y no le cuenta los verdaderos motivos por los que deja a los niños un sábado por la tarde, solo se excusa en el trabajo. 

El siguiente paso es localizar a su esposa, pero no responde al móvil. Tras varios intentos infructuosos, Tom decide ir a la Universidad a buscarla...

A partir de ahí, todo sucede “sin tregua” como bien define el título del libro. El hombre no encuentra a Kathy pero sí un rastro de sangre en la biblioteca en la que, supuestamente, estaba su mujer. Aturdido, mientras no halla sentido alguno a lo que está sucediendo, es asaltado por un sujeto que lleva un pasamontañas y pretende acuchillarlo. 

Tom consigue huir, sin saber si la sangre era o no de su mujer, sin lograr contactar con ella y sin entender por qué motivo Jack dio la dirección de su casa. Perseguido por desconocidos, el protagonista es detenido también por la policía acusado de asesinato, ya que se le relaciona con la biblioteca de la Facultad y el cadáver que hay en ella. Cuando tras interrogarlo lo sueltan, solo un segundo antes de que un telefonazo a la comisaría advierta que siga detenido, Tom sale huyendo. Escapa de unos asaltantes a los que no conoce, ve que han registrado su casa y huye también de las fuerzas del orden. 

La vida apacible de Tom se convierte en un torbellino frenético, acosado por unos y otros. De golpe, comprende que su matrimonio no era tan estable como creía él, que su mujer puede estar detrás de una diabólica trama, pero ¿cuál?. 

Secuestros, huidas, secretos, sicarios y algunos crímenes, dos de ellos con apariencia de suicidio, van conformando una historia que cada vez involucra a más personas y que parece apuntar a “algo” importante, algo que, no obstante, Tom no consigue imaginar; ni entiende tampoco por qué motivo se ha convertido él en el centro de todo aquello. 

Opinión:
El libro engancha de inmediato y no da tregua. En solo 24 horas ocurren montones de cosas y la trama se va complicando. Como bien escribe el protagonista: ¿Qué habría sucedido de no haber descolgado el teléfono? 

Es un thriller trepidante, con algunas situaciones muy bien pensadas y argumentadas. Pese a lo intensa que resulta la acción, es bastante creíble. 

Los sentimientos del protagonista pasan al lector, que acaba sintiendo su frustración, incredulidad y angustia. También se desgranan con bastante acierto las particularidades de los personajes, sus experiencias y pensamientos. 

En el fondo, la historia es una historia de corrupción, una entramada red de secretos inconfesables que gente de poder no puede permitir que se conozcan, al precio que sea, cosa que ya se adivina en las primeras páginas por lo insólito de la situación en que se encuentra metido el protagonista. 

También se insiste en el cambio radical que puede dar la vida en un solo segundo. 

Es un libro muy entretenido, de fácil lectura y que, en efecto: No da tregua.

@Pilar López Bernués