LA VENGANZA ES DULCE (Y ADEMÁS NO ENGORDA) (G. Posadas)

30.12.2013 11:57

LA VENGANZA ES DULCE Y ADEMAS NO ENGORDA 
(La venganza es dulce y además no engorda) 
Gervasio Posadas 

Editorial Espasa 
1ª Edición: mayo 2009 
Género: Novela / Humor 
ISBN: 9788467031713 
332 Páginas 

 

Argumento:
Leandro Expósito, el protagonista de la novela, es un “cuarenta-y-pico”, que vive con una madre senil y una tía que no lo traga y no se molesta en disimularlo... Pero no le queda más remedio. Tras sentirse humillado, acusado y despedido de su puesto de ejecutivo, injustamente y siendo víctima de un complot, el hombre regresa al “redil” familiar en el que sólo conversa con un póster de Farrah (la de los Ángeles de Charlie). Pese a su carrera universitaria, con la que le cayó encima no es más que un “mileurista” al que su jefe ni siquiera tiene en nómina... Esa perspectiva, la sensación de que es un perdedor nato y la certeza de que hasta su madre y su tía desconfían de él y lo creen culpable del asunto turbio que le costó el trabajo, le llevan a tomar una decisión: Apuntarse a un Máster para ejcutivos-ricos y con ese título, quizá, recuperar su estatus...Para hacerlo, sin embargo, no le queda más remedio que hipotecar el piso de su madre, a sus espaldas, y siempre ante la desconfianza inquisitiva de su tía... 

En ese Máster, Leandro conoce la vida de los que nadan en dinero, también a una estudiante, como él, de la que llega a enamorarse, pero lo más “gordo” es que descubre que la jugada-sucia que alguien cometió con él partió de una de las personas que están en el BES (como llaman al curso). A partir de ahí, TODO el esfuerzo de Leandro se dirige hacia la venganza... 

Opinión: 
Gervasio Posadas, siempre en tono sarcástico, nos describe a un perdedor nato: Leandro Expósito (su protagonista). Vemos a un sujeto cuarentón, algo apocado, “esclavo” de su madre y su tía, también del carnicero que tiene como jefe y que ni siquiera lo dá de alta con un contrato... El autor muestra juergas, la vida regalada y absurda de los que nadan en dinero, los “affaires”, las rayas de coca, los trapicheos para eludir al fisco y blanquear dinero... 

Bueno, yo destacaría de la novela que está escrita en tono de humor. Es una comedia, ni más ni menos. Y ahí sí quiero manifestar la “clase” del autor, porque ha sabido conjugar escenas ridículas, algunas rematadamente imposibles, sin que el lector sienta que está leyendo Ciencia-Ficción. Es difícil no cruzar la raya que separa lo divertido de lo absolutamente ridículo y absurdo, en el segundo caso se suele perder el interés. Pero eso no sucede en esta novela. Es entretenida, hilarante en algunos momentos, instructiva incluso; y esa tenue raya divisoria que, como decía, es difícil definir pero que puede echar por tierra un trabajo esmerado si se cruza y se sobrepasa, no está aquí. Lo absurdo está bien hilvanado en el contexto y hace reír al lector. 

Creo que es un buen libro, ideal para pasar rato distraído.

@Pilar López Bernués