LA SALA DEL CRIMEN (P. D. James)

27.12.2013 17:57

 

Argumento:
El Dupayne es un museo privado ubicado en las afueras de Londres, junto al río Heath. El edificio, construido en la época victoriana pero copiado de una casa del siglo XVII, queda apartado de la carretera y el acceso es a través de un camino rodeado de bosque y setos. Además de la mansión, en esos terrenos hay una pequeña vivienda en la parte posterior que utiliza una asistenta, un garaje, un cobertizo y un enorme espacio para aparcar lejos de la entrada principal.

La temática expuesta en el Dupayne está limitada al periodo entre guerras (1919-1939) y abarca un amplio abanico: Pinturas, libros, periódicos, documentos, fotos, objetos y... ¡crímenes! Crímenes cometidos durante esos años como muestra de la sociedad-cultura londinense, su resolución y las sentencias. 

Adam Dalgliesh, el comisario protagonista de los libros de la autora, se enfrenta a un intrincado caso cuando un incendio en el garaje del museo pone al descubierto un cadáver calcinado dentro de su coche y esa muerte es muy semejante a uno de los crímenes expuestos en la “sala del crimen”. Otro asesinato, también imitando a uno de esos casos, descarta definitivamente la hipótesis de accidente o suicidio. 

Por otra parte, los tres hermanos co-propietarios del museo tras la muerte de su padre, que fue el que lo fundó, no se ponen de acuerdo sobre si deben cerrar o conservar esas instalaciones, no demasiado rentables, y para que se dé la segunda circunstancia han de firmar los tres. De su decisión dependerá el trabajo de algunas personas que han integrado el Dupayne en sus vidas más allá de sus ingresos. 

Opinión:
Es una novela trepidante, muy bien escrita y con personajes perfectamente perfilados. La naturaleza humana, desde infinidad de ángulos, es analizada y desmenuzada mientras aumenta el interés por la trama y nuevos misterios se van añadiendo poco a poco al tema central. 

(Según nota de la autora, los crímenes expuestos en la Sala del Crimen por pertenecer a ese periodo entre guerras, fueron reales).

@Pilar López Bernués