EL MÓN SOBRE RODES (Albert Casals)

03.01.2014 09:01

 

EL MÓN SOBRE RODES: 
(El mundo sobre ruedas, 2009) 
Autor: Albert Casals 
Editorial: Ediciones 62 
Colección: La Butxaca - viatges 
(El libro incluye unas pocas fotografías en color, un epílogo de los padres de Albert i unos originales y extensos agradecimientos del autor) 
1ª Edición 2009 
Género: Libro de viajes 
ISBN: 9788499300757 
203 Páginas 

Argumento: 
Albert Casals nació en 1990. Siendo muy pequeño le detectaron una leucemia, que logró superar pero lo dejó en silla de ruedas con ocho años. 
Más Albert tenía un sueño: Viajar, descubrir el mundo, conocer gentes, ir a la aventura… sin embargo deseaba hacerlo solo, simplemente con la compañía de su silla, la mochila, sus dotes de improvisación, la inquebrantable fe en sí mismo y una visión optimista y positiva de la vida. 

Este libro es el resultado de los viajes del autor desde el verano de 2006 (con 15 años) hasta la Navidad de 2007, y se desarrollan así: Italia y Grecia – Tailandia, Malasia y Singapur – Alemania, Bélgica, Francia y Escocia – Japón. 

Opinión: 
Que un menor tenga la valentía de viajar el solo por medio mundo ya llamaría la atención sobre el contenido del libro y las vivencias mostradas en él, pero que ese adolescente dependa de una silla de ruedas añade con creces interés a lo que es, en sí misma, una historia de aventuras en toda regla, en la que no faltan travesías peligrosas en mares encrespados, huracanes, percances bajo la lluvia y problemas de todo tipo que, lejos de amilanar al muchacho, añaden atractivo a su odisea; porque pocos días le bastan al protagonista para que pronto se canse de una ciudad o una isla paradisíaca y ya piense en nuevos horizontes. 

Albert viaja con poco dinero. Duerme en playas, jardines, albergues, casas de amigos, islas desiertas o junto a indigentes. Apenas le interesan los lugares meramente turísticos y prefiere conocer los países tal y como son, con sus costumbres y, especialmente, sus gentes. Y el resultado es que el joven tiene amigos en todo el planeta, ha aprendido a ganarse la confianza de las personas, a creer en la buena suerte, a viajar sin pagar (a veces en tren y otras mediante autoestop (silla-stop, dice él)), a aceptar una comida o un ofrecimiento, pero también a valerse por sí mismo y rehusar las rampas para su silla, que se empeñaban en Tokio que debía utilizar al acceder al Metro, o pasar de las miradas de azafatas que no veían con buenos ojos que se arrastrara sin ayuda por el suelo del avión hasta llegar a su asiento. 

El libro me ha parecido francamente impresionante. Y lo más importante es el positivismo que transmite, las ganas de vivir, la filosofía de que hay que ser feliz y para serlo no se puede renunciar a los sueños por muchas dificultades que haya delante. Ni el poco dinero, ni la inseguridad de si hallará un albergue o dispondrá de comida caliente detienen a Albert, todo lo contrario. Es la aventura y la incertidumbre lo que atrae al joven, le enriquece y divierte, le permite conocerse a sí mismo y atesorar experiencias extraordinarias… Llega a ver su silla de ruedas no como un obstáculo sino como una circunstancia que le ha permitido, en ocasiones, percibir la solidaridad de los demás y ganar amigos. 

Una filosofía de vida en un chico tan joven, las ideas claras que transmite y su permanente optimismo son un soplo de aire fresco en esta sociedad crispada en la que vivimos apresados la mayoría de nosotros, luchando por obtener cosas que ni siquiera nos hacen felices. 

Este es uno de esos libros que no dejan indiferente. A la extraordinaria forma de ser de Albert hay que sumar una redacción muy cercana y divertida, en la que intercala algunas notas de su diario o los e-mails enviados a sus padres. Y, por supuesto, la cantidad de lugares que describe, cómo accede o se instala, las costumbres y las gentes… Es una obra pequeña, en formato de bolsillo, pero enorme por su contenido. 

@Pilar López Bernués