EL MÉTODO DEL COCODRILO (Maurizio de Giovanni)

11.07.2014 20:41

 

El método del cocodrilo

(Il metodo del coccodrillo, 2012)

Maurizio de Giovanni

Editorial: Penguin Random House

Colección: Roja & Negra

Copys:

© Arnoldo Mondadori Editore S.p.A., Milano, 2012    (NO HAY COPY DEL AUTOR)

© Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U., 2014

© Celia Filipetto Isicato (traducción), 2014

Traducción: Celia Filipetto Isicato

1ª Edición: junio 2014

ISBN: 9788439726753

Tapa blanda

GÉNERO principal: Novela negra

Etiquetas- tags: Asesinos en serie, obsesión, venganza, Mafia, Camorra, crímenes. Literatura italiana.

Páginas: 257

 

Argumento:

El inspector Giuseppe Lojacono se ve implicado en un asunto turbio relacionado con la Mafia, motivo por el cual es trasladado desde Sicilia hasta Nápoles. Ese cambio supone una degradación profesional, el punto y final de su matrimonio y el alejamiento de su hija adolescente.

 

Una serie de crímenes, no obstante, cometidos a modo de ejecución contra tres jóvenes que no tienen entre ellos nada en común, colocan al inspector al frente de una línea de investigación en la que también cree la jueza instructora, y que se aleja de la opinión extendida de que la Camorra está tras los hechos.

 

La prensa, muy sensible ante esas muertes, habla en sus páginas de un criminal al que apoda “Cocodrilo” por su frialdad, paciencia, rapidez, capacidad para huir sin ser visto y por un dato que ha trascendido: El asesino olvida pañuelos de papel en los lugares del crimen conteniendo restos de líquido lacrimal.

 

La investigación se convierte en una carrera a contra reloj para descubrir al homicida antes de que vuelva a matar… ¡Pero apenas hay pistas!

 

Opinión:

Esta obra es un típico ejemplo de novela negra, con todos los ingredientes propios del género. El autor, sin embargo, también introduce en su libro escenas intimistas; las más intensas protagonizadas por el asesino, que escribe largas epístolas dirigidas a alguien a quien parece amar de forma profunda e incondicional. El amor, el odio, la venganza y las emociones están muy presentes en toda la novela y constituyen el eje principal de la misma.

 

Maurizio de Giovanni atrapa en las primeras páginas con una trama que se va incrementando, despierta la curiosidad y anima a leer. Su estilo es fresco, rápido y directo. Contribuye a ello el uso de capítulos cortos, que sirven como presentación de la mayoría de personajes y describen brevemente algunas situaciones. Es indudable que la obra engancha, que no se puede dejar hasta el final y que despierta muchas y variadas emociones.

 

El protagonista principal, el inspector Giuseppe Lojacono, está bien construido y resulta creíble; también el criminal, pese a las profundas contradicciones que habitan en él. Otros personajes, sin embargo, ya no son tan verosímiles… La actitud de varios comisarios y de la propia jueza las veo algo forzadas, metidas a presión para ajustarse a un guión y dar forma a la trama. Lo mismo puede decirse de las víctimas colaterales, padres de los muertos; la última, en concreto, actúa de manera muy poco racional ya al final de la novela, cuando el asesino todavía está suelto. Ahí hay una situación que no se entiende del todo, que utiliza el autor para redondear la historia pero que, en mi opinión, es poco creíble.

 

Algunas actuaciones policiales tampoco me han convencido demasiado, me han parecido algo flojas o hasta rebuscadas. Y hay giros que no se explican, o no se explican lo suficiente, en mi opinión; no siempre se entiende cómo llegan los protagonistas a algunas conclusiones.

 

En cualquier caso, sin embargo, la novela es adictiva y trepidante; no permite dejar la lectura hasta llegar al final, despierta emociones variadas y obliga a cuestionarse algunos hechos: amor, odio, venganza, injusticia, víctimas inocentes… y las profundas contradicciones que existen en un ser humano cuando da rienda suelta a su dolor y vive preso de una obsesión.

 

Ahora que se acercan las vacaciones, el libro resulta ideal para pasar unas horas distraídas bajo un árbol o a pie de playa…

 

@Pilar López Bernués