El sirio Humupep es el protagonista elegido por el autor para novelar una parte de la vida del rey egipcio Keops. Se trata de un hombre hambriento de saber y de adquirir conocimientos, un “sunu”, es decir: un médico, pero interesado no sólo en la Medicina sino en todo lo que pueda aprender, motivo por el cual viaja constantemente.
Al inicio de la novela y a bordo de un barco, Humupep traba amistad con Merib, un hijastro del faraón que se traslada a la ciudad de Tanis para convertirse en marino. Ese acercamiento entre los jóvenes abre las puertas del palacio real a Humupep y llega a convertirse en amigo, confidente, médico y asesor irreemplazable para Keops.
A medida que el médico sirio adquiere conocimientos, el lector viaja con él a determinados puntos del país, asiste a la construcción de la Gran Pirámide y la efigie de Gitzé, vive las luchas entre los príncipes por la sucesión, las historias de las esposas del faraón, el trabajo de los magos que, más que magia, podría definirse como descubrimiento e invención de nuevas tecnologías. También las guerras entre sacerdotes y con los cretenses van dando forma a la novela, que termina cuando uno de los hijos del faraón, Kafrán, es nombrado regente.
Opinión:
El libro es ameno y se lee con facilidad. La mayoría de los personajes importantes, incluido Keops, se muestran como personas muy humanas y con “principios”. El autor va haciendo hincapié en esa metodología y nos habla de un Egipto en el que la consideración premia por encima del protocolo y la imposición. El protagonista principal, el sirio Humupep, vive en su búsqueda de conocimientos ceremonias de iniciación y contacta con anacoretas. Paralelamente a la historia narrada, subyace otra que utiliza el autor para referir su preocupación por la justicia, los sentimientos nobles, la sabiduría y la búsqueda de la verdad en un soterrado viaje iniciático en el que se muestra el poder del Amor como elemento esencial.
Es una bonita historia que nos acerca a una civilización en la que hombres y mujeres poseían los mismos derechos, premiaba el orden y cada descubrimiento nuevo tenía una vital importancia cuando quedaba tanto por descubrir.
Aunque la historia está novelada, no cabe duda que el libro despierta de inmediato el interés (en el caso de que algún lector no se haya sentido curiosidad todavía) por esa misteriosa civilización de hace casi cinco mil años. Como egiptólogo y especialista en el Imperio Antiguo, José Ignacio Velasco hace una detallada exposición de cómo se vivía, trabajaba, luchaba y reinaba en ese periodo elegido para su obra.
El libro se completa con un índice de personajes en el que se puede apreciar los que fueron reales y los que son imaginarios.
@Pilar López Bernués |
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