Argumento:
Charles es un joven y próspero arquitecto neoyorquino afincado en Londres y casado con Carole, una mujer de la que está perdidamente enamorado y que trabaja como representante para una importante firma de abogados londinense.
Las ocupaciones de la pareja les llevan a viajar constantemente por motivos de trabajo, pero sus reencuentros son felices, divertidos y viven a tope; no tienen hijos y durante diez años su vida se convierte en un apasionado torbellino de fiestas cuando están juntos. Se adoran... O eso creía el protagonista que, estupefacto, oye de labios de su mujer que se ha enamorado de otro y quiere divorciarse. El hombre, que no tiene más familia que su esposa y está loco por ella, no consigue digerirlo y pasa un tiempo obsesionado. Es trasladado a New York y allí sus problemas aumentan ante el tipo de trabajo que ha de hacer. Sus jefes le sugieren que se tome unas largas vacaciones y eso es lo que hace.
Charles tiene pensado ir a esquiar, pero una intensa nevada le deja casi incomunicado en un pequeño pueblo cercano a la estación. Consigue albergue por una noche en una casa rural regentada por una mujer viuda. Puesto que es el único huésped, ambos entablan conversación y enseguida comprenden que, pese a la diferencia de edad, tienen mucho en común. Nace inmediatamente una amistad, avivada por el hecho de que ambos están solos y es Navidad. El protagonista se plantea no marchar de inmediato y su anfitriona, conociendo el interés del hombre por la arquitectura, decide enseñarle una casa que heredó y ha permanecido desocupada muchos años; más que una mansión, es un pequeño castillo y muy especial para la mujer, motivo por el cual jamás ha intentado ponerlo en venta. La belleza del lugar cautiva al arquitecto y consigue que su amiga se lo alquile por un año.
Existe una leyenda sobre la casa y hay apariciones de fantasmas documentadas. Charles no cree en todo eso hasta que un día ve a una preciosa joven en el interior de su habitación. Es el fantasma de Sarah, la mujer para la que su amado hizo construir la mansión. El protagonista empieza a interesarse por la historia, por saber qué ocurrió con aquella bellísima dama muerta doscientos años atrás. Se obsesiona hasta tal punto que apenas piensa en otras cosas. A medida que la vida de Sarah va surgiendo, el hombre se va replanteando la propia, crece su autoestima y empieza a enfocar su existencia desde otro ángulo.
Opinión:
Las novelas de Danielle Steel tienen, en mi opinión, una gran dosis emocional que suele captar al lector en las primeras páginas, y ésta no es una excepción.
Es un libro interesante y ameno aunque la parte central de la obra está dedicada casi exclusivamente a los diarios de Sarah, la antigua propietaria de la mansión, y hay momentos en que la lectura se ralentiza y hasta resulta pesada. Creo que si esos diarios se hubieran mostrado como tales, no a modo de narración, la novela habría ganado mucho en dinamismo.
Las batallas entre indios y colonos, los tratados y la forma de vida de hace doscientos años tienen un aporte cultural que no hay que despreciar, pero a mí me ha resultado excesivamente largo y monótono.
Por otra parte, las reacciones de algunos personajes actuales las veo un poco exageradas, al igual que sus sentimientos o la rapidez con que salen a flote. Pero, en conjunto, opino que es una buena novela aunque no de las mejores de la autora
@Pilar López Bernués |
|
