EL DISCÍPULO DE REMBRANDT (Alexandra Guggenheim)

26.12.2013 09:54

 

EL DISCÍPULO DE REMBRANDT 
(Der Geilfe des Malers, 2006) 
Alexandra Guggenheim 

Editorial Punto de Lectura 
© Punto de Lectura, S.L. 2008 
Traducción de Javier Elena Miguel 
1ª Edición, enero 2008 
Género y tags: Novela histórica, Rembrandt, pintura, Amsterdam. Literatura alemana. 
ISBN: 9788466321914 
271 Páginas 

Argumento: 
Una estudiosa de Arte encuentra unos manuscritos del siglo XVII que resultan ser de un tal Samuel Bol, discípulo de Rembrandt durante los dos últimos años de vida del maestro. A través de esa lectura, se descubre a un pintor ya mayor, enfermo y acuciado por las deudas. Vive con dificultades económicas junto a su hija Cornelia y asistido por el ama de llaves Rebekka, auténtico pilar de la familia, especialmente tras la muerte del hijo varón del maestro. 

Samuel Bol, que desea ser pintor, describe en esas notas sus inicios en una aldea, dónde su padre cultivaba flores, la madre se ocupaba de la numerosa prole y él comenzó a trabajar como ayudante de costura. Pero lo importante es su llegada a Ámsterdam siendo muy joven y la admiración que suscita en él Rembrandt. Aprende con celeridad, se esfuerza por dominar la técnica de la fabricación y mezcla de pinturas, preparación de lienzos… y observa cómo el maestro consigue profundidad o transparencia utilizando diferentes texturas y hasta usando los dedos. 

Los padres de Samuel, sin embargo, no podrán pagarle a su hijo otro curso con el pintor… Eso desanima a un joven medio enamorado de Cornelia, muy compenetrado con su maestro y deseoso de aprender. 

Por fin, un pedido importante llega al taller. Ese cuadro supondrá un impulso a la mermada economía y Rembrand, apoyado por su discípulo, se dedica a fondo. El lienzo en cuestión es el encargo de un catedrático de medicina que se dispone a diseccionar un cuerpo humano en presencia de otros estudiosos y del pintor, que deberá ver en directo esa escena y tomar notas y esbozos. Pero la Iglesia sólo autoriza la disección de cadáveres procedentes de ajusticiados y hace meses que en Ámsterdam ningún reo ha sido condenado a la horca. 

(La novela incluye una breve cronografía sobre Rembrtandt y notas sobre los cuadros que se mencionan). 


Opinión: 

Esta es una novela escrita en primera persona por el protagonista y ello la hace cercana e intimista. Las ilusiones, dudas, temores, ambición y hasta enamoramiento del joven Samuel van desgranando la vida cotidiana del Ámsterdam del siglo XVII. 

A través del muchacho, el lector también asiste a la preparación de lienzos, descubre cómo conseguían los colores los propios pintores, machacando diferentes sustancias habitualmente muy caras. Tampoco faltan notas sobre la técnica del maestro para lograr realismo en sus cuadros, la amistad del pintor con un exitoso autor de bodegones y referencias a su biografía. 

Pero la novela tiene un punto de intriga: Esa última obra pedida por el catedrático de medicina. Descubrir qué razones tiene el sujeto para encargarlo y conocer poco a poco su oscura personalidad, son temas que animan a leer deprisa y hasta el final una obra, ya de por sí muy interesante e instructiva, y ponen sobre la mesa cuestiones que invitan a meditar sobre la sociedad descrita. 

@Pilar López Bernués