ÚLTIMO DOMICILIO CONOCIDO (Joseph Harrington)

26.12.2013 11:03

 

ÚLTIMO DOMICILIO CONOCIDO Un caso del teniente Kerrigan 
(The last known address, 1965) 
Joseph Harrington 

Editorial Ediciones del Azar 
© Joseph Harrington (Directiva 2012/28/UE 
© Igueldo Stud, S.L. (Ediciones del Azar) 2013 
Traducción de Patricia Teixidor Monsell 
1ª Edición, 2013 
Género y tags: Novela policíaca, New York, desaparecidos, testigos. Literatura de EEUU. 
ISBN 13: 9788495885173 
191 Páginas 

(Primera novela de las tres que componen la serie del teniente Kerrigan, escritas por el autor en la década de los 60) 

Argumento: 

La exitosa carrera de Kerrigan, teniente de la policía neoyorkina, se ve truncada el día que detiene a un conductor borracho, agresivo y temerario... El padre de ese sujeto, un prestigioso abogado muy bien relacionado, mueve todos lo hilos a su alcance para hundir al protagonista, que inmediatamente es relegado a un puesto inferior y pierde además su rango. 

Kerrigan, sin embargo, es un investigador muy apreciado por los que le conocen y bastante eficiente. Metódico e incansable, destaca por perseguir todas y cada una de las pistas, hasta aquellas poco claras. Su conocida perseverancia es la que propicia que le asignen un complicado caso, atascado en un callejón sin salida y para el que se agota el tiempo. 

En compañía de Jane, una joven novata recién fichada, Kerrigan deberá dar con el paradero de un testigo, crucial en un juicio importantísimo e inminente, pero del que se ha perdido completamente el rastro y hasta hay dudas acerca de su nombre de pila. 

Opinión: 

Esta no es una novela policíaca al uso; no hay un crimen ni se persigue a un asesino sino a un ciudadano normal que ha desaparecido y cuyo testimonio resulta clave. Pero es, sin embargo, una obra policíaca en toda regla y con todos los ingredientes típicos: acción, suspense, misterio… y una trama trepidante que no permite dejar de leer. 

El interés va en aumento a medida que el lector avanza. Junto a los protagonistas, se van desgranando pistas y siguiéndolas hasta el final, haciendo en ocasiones jornadas maratonianas. Como ocurre en la vida real, algunos rastros llevan a un callejón sin salida o resultan simplemente inútiles; otros, tras un largo recorrido, un concienzudo análisis mental o algún detalle insignificante, adquieren inusitado valor. Y mientras un dato lleva a otro, es posible sentirse en la piel de los personajes a medida que el tiempo se les echa encima y no dan con el paradero del hombre que buscan, y también es factible crear, junto a ellos, un imaginario perfil del sujeto desaparecido y su familia. 

Destacaría de la novela la personalidad del teniente Kerrigan, cuyo carácter metódico, incansable y profundamente humano pese a las apariencias, le confieren un carisma atractivo que invita a identificarse con él y seguir con creciente interés el desarrollo de la historia, por lo demás perfectamente ubicada, en mi opinión, en la época a la que hace referencia y su entorno. 

@Pilar López Bernués