LACASTA (EL CHOLLO DE SER POLÍTICO EN ESPAÑA) (D. Montero)

02.01.2014 10:24

 

LA CASTA (El increíble chollo de ser político en España) 
Daniel Montero
Editorial: La Esfera de los Libros 
Género: Ensayo político 
Edición: 2009 
ISBN: 978-84-9734-066-3 
Páginas: 286 (incluyendo apéndices e índice onomástico) 

Argumento: 
Cuando en 2007 el programa televisivo “Tengo una pregunta para usted” convocó a Mariano Rajoy, sus asesores se desgañitaron para evitar que alguna cuestión sencilla pero molesta dejara el líder del PP bajo las cuerdas, ya que aún coleaba el “patinazo” de Zapatero acerca del precio de un café. Rajoy llegó a los Estudios Buñuel preparado para responder cuánto costaba una barra de pan, un kilo de tomates, un billete de metro… Sin embargo, una jubilada de 53 años (Mª Violeta Aranguren) descolocó al político cuando manifestó que ella vivía con una pensión de 300 euros mensuales y tenía cuatro hijos a su cargo… ¿Cuánto gana usted? – preguntó dirigiéndose a Mariano Rajoy… 

Esa anécdota es el pistoletazo de salida que utiliza Daniel Montero para dar forma a un ensayo que va desgranando los entresijos de la Casta, palabra con la que designa a la clase política. 

Dietas millonarias, abultadas asignaciones de libre disposición, lujos impensables pagados con dinero público (incluyendo comilonas, accesorios prohibitivos en coches oficiales o llamadas a líneas calientes) enchufismo, pensiones... Supuestas formas de financiación de los partidos utilizando fundaciones como tapadera, entidades bancarias con altos cargos elegidos a dedo, eurodiputados, nula transparencia o la trama del caso Gurkel son sólo unos ejemplos de lo que se va mostrando en el libro. 

La obra concluye dejando que el lector decida por qué Mariano Rajoy no pudo responder a esa pregunta de una mujer del público: “¿Cuánto gana usted?” 

Opinión: 
Que en materia de política no hay “trigo limpio” no creo que sorprenda a nadie; aún así, cuando un autor habla de cifras y apunta claros ejemplos de encubrimiento, derroche y siempre autoprotección por parte de “La Casta” todavía es posible asombrarse, porque no cabe duda de que la “realidad supera a la ficción”. 

Para “abrir boca” a los lectores transcribo algunas cosillas… 
-Las Cortes aprobaron que Diputados y Senadores recibieran la pensión de jubilación más alta con sólo siete años cotizados (siete años en que las aportaciones a la Seguridad Social se cargan a los presupuestos de la cámara, no a sus nóminas). 
-Cualquier edil tiene derecho a seguir recibiendo dinero público al ser cesado tras un escándalo de corrupción política. 
-En España no hay datos oficiales sobre el absentismo laboral de los parlamentarios, o no se han hecho públicos (en alguna sesión sólo una veintena de parlamentarios ocupaba la sala) 
-Con lo que gastan los europarlamentarios en ayudas de cámara se mantienen los servicios de una ciudad española de 115.000 habitantes durante un año. 
-Mientras un millón de trabajadores de la administración puede ver su saldo congelado, los europarlamentarios doblan el suyo (datos de 2009, ahora más que congelación se habla de recorte). 
-La normativa prohíbe a los trabajadores españoles recibir dos pensiones públicas, esa norma no se aplica a los altos cargos de la clase política, que las compatibilizan. 
-Vacaciones de Zapatero en la finca La Mareta, perteneciente al Patrimonio Nacional, y desembolso en 2005 por parte del Estado de casi 300.000€ para mejoras destinadas a la estancia del presidente en esa hacienda canaria. 

Si algo parece claro tras la lectura del libro es que La Casta lava los trapos sucios en casa para ocultar abusos, privilegios y corruptelas. Y saben hacer piña frente a “la masa” cuando peligra vivir a cuerpo de rey a costa del pueblo llano. 

Creo que el ensayo merece la pena ser leído, se complementa además con algunos apéndices de indudable interés (retribuciones, presupuestos del Estado etc.). Eso sí, lo más probable es que a algunos lectores les produzca una úlcera gástrica… Con úlcera o sin ella, lo recomiendo sin género de dudas porque, además, el autor lo ha escrito de forma crítica pero amena, sin partidismos… (Si es que todos están en el ajo, está claro ¿Y quién se echa tierra encima si es prácticamente impune?) 

A la vista está que cada persona necesitaría un policía, pero ese policía tendría que ser vigilado por otro y el último por otro más… 

@Pilar López Bernués.