Argumento:
La historia se inicia cuando el joven Abel toma conciencia de que ha muerto.
Se halla en una espiral de colores al término de la cual percibe una luz que le atrae. Lo primero que pasa por su mente es que sus facultades están mucho más desarrolladas y su conciencia es tremendamente nítida, ello le lleva a pensar en lo extraña que es esa teoría que afirma que esas escenas que preceden y se solapan con la muerte física son producto del cerebro y de la falta o exceso de oxígeno. Luego, poco a poco, Abel se da cuenta de que no siente frío ni calor, hambre ni sed... Se halla en un estado de paz y bienestar tremendos y empieza a cuestionarse si todas las dificultades quedaron definitivamente atrás. Si ya no posee cuerpo, no necesitará comer, no sentirá dolor ni enfermedad, no correrá todos los días para ir al trabajo ni sufrirá el stress agotador de las facturas por pagar y la necesidad de contar con recursos... Pese a ser un escéptico, Abel ha de reconocer que está más vivo que nunca, más lúcido que nunca ¡Pero ha muerto!
Como si se tratara de un sueño, el protagonista revive su último día en la Tierra que pasó en compañía de su novia y dos amigos. No le duele no haberles podido decir cuánto los quería porque eso ya lo saben, pero sí le duele no haberse despedido y haberse alejado de ellos de forma tan brutal. Abel revive las conversaciones que mantuvieron los cuatro justo antes de su muerte, también piensa cómo habría sido su vida si hubiera tenido la oportunidad de casarse con Amanda, su novia. ¿Habrían tenido hijos? ¿Habrían permanecido juntos hasta la vejez o se habrían separado para seguir cada uno por su cuenta?
Por fin, el protagonista llega al final de la espiral luminosa y se encuentra en un lugar de gran belleza. Su primer encuentro es con un ángel, y aquí Abel empieza a preguntar sin descanso y a recibir formación.
Ángeles, Demonios, Dios, Maestros... El autor deja de lado las descripciones del entorno, que sólo señala de paso, para centrarse en los sentimientos y cuestiones que preocupan a su protagonista, y esas cuestiones se van mostrando y argumentando con ejemplos muy prácticos, referencias científicas y pensamientos filosóficos.
Las dudas de Abel son las de cualquier persona en su situación, las respuestas permiten meditar desde varias perspectivas. Temas como el poder, el concepto de infinito, conciencia absoluta, la nada... Todo se va desgranando hasta el inesperado final.
Opinión:
De este libro separaría dos aspectos bien concretos: Forma y Fondo.
La forma, aunque el libro engancha y se lee con facilidad, necesitaría alguna revisión.
El fondo es muy interesante, muy cuidado y con momentos realmente brillantes.
Todas las dudas del protagonista son comunes a cualquier persona en su situación; y las respuestas que recibe, dejando a un lado las creencias personales, son sabias, meditadas y bastante lógicas. Permiten que cada lector se cuestione aspectos fundamentales y se le ofrecen posibles soluciones, muy elaboradas, muy gráficas y muy interesantes. Lo puede leer un cristiano, un ateo, un gnóstico, un musulmán... El autor ha sabido convertir a su personaje en alguien muy humano, con dudas, temores y cuestiones que sobrepasan cualquier creencia individual porque son comunes a casi todos.
LA REVELACIÓN DE ABEL es una obra para pensar, leer con calma y meditar sobre ella. Sin duda, este es un libro con un valioso contenido, que posee momentos muy brillantes y pone al descubierto muchas cuestiones de las que nos preocupan a todos. Difícilmente dejará indiferente al lector porque le incita a pensar y evaluar.
@Pilar López Bernués |
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