LA CIUDAD ENMASCARADA (Rafael Marín)

29.12.2013 13:25

 

TÍTULO: LA CIUDAD ENMASCARADA 
Autor: Rafael Marín 

Editorial AJEC 
Colección penumbra / 2 
© Rafael Marín Trechera 2011 
© Grupo Editorial Ajec 2011 
1ª Edición, Mayo 2011 
Género y tags: Novela, fantasía, terror, culturas antiguas. Literatura española. 
ISBN: 9788415156161 
300 Páginas 

Argumento: 
Con apenas cincuenta años, Gabriel Amador pasea casi a diario por las calles de su Cádiz natal sintiendo una aplastante soledad y recordando una vida en la que quiso ser escritor y no lo fue, vivió un matrimonio desafortunado y ejerció como profesor de Instituto hasta que una enfermedad coronaria lo arrancó de golpe de un trabajo al que amaba tanto como detestaba. 

Y mientras la ciudad de Cádiz se prepara para los carnavales, las calles se engalanan y un ambiente festivo se respira entre parroquianos y forasteros, Gabriel Amador es abordado una noche por un extraño mendigo… Lejos de pedirle limosna, el hombre balbucea palabras incomprensibles para el profesor y le hace entrega de algo tan absurdo como inútil: el ojo verde y nacarado de una muñeca antigua. 

A partir de ese instante, la vida del protagonista adquirirá un nuevo giro, sumiéndolo en momentos de terror atávico e irracional, ese que puede surgir de pronto ante lo inexplicable o desconocido. Otros personajes, algunos cercanos y otros situados a miles de kilómetros, también formarán parte de un complicado e incomprensible plan, con raíces en tradiciones antiguas, cultos arcaicos y ritos sanguinarios. 



Opinión: 
Esta es una novela muy intimista y cercana, especialmente en aquellos capítulos en los que el protagonista narra en primera persona y hace copartícipe al lector de su soledad, de la frustración, temor a la enfermedad o de la melancolía que se apodera de su alma día a día, sin otra cosa que hacer que pasear por la ciudad, rememorando parte de la historia, a veces poco conocida, de ese lugar que vio muchas batallas, fue habitado por distintos pueblos, acogió diferentes culturas, religiones y, en definitiva, se construyó sobre incontables ruinas… Pero también el terror que experimenta Gabriel Amador a partir de un momento dado traspasa el papel y se adhiere al lector como una segunda piel. 

La novela me ha gustado mucho. Tiene toques de fantasía, más es una fantasía con bastantes dosis de credibilidad, que usa la escritura automática en momentos de inconsciencia, por ejemplo, o atemoriza a un hombre que ha estado delirando con fiebre y, por tanto, confunde los sueños con las realidades, busca explicaciones que le parezcan razonables para lo no entendible y acaba dudando de su propia mente. 

El terror atávico hacia lo desconocido, ese miedo que paraliza, anula y hace reaccionar de forma incontrolada, está muy bien expuesto. También el poder mental que determinados personajes pueden ejercer en su entorno, convirtiendo a seres supuestamente pensantes en acólitos descerebrados. 

La descripción de una fiesta multitudinaria, en la que la gente usa antifaz, me ha parecido igualmente muy bien descrita. Propiciado por la noche, las drogas, el alcohol y el anonimato, gana terreno el desenfreno; al igual que determinados miedos ancestrales, grabados quizá en la memoria colectiva. 

En definitiva, se trata de una obra interesante, con mucha aportación cultural e histórica, amena y bien escrita. Los personajes los encuentro bastante logrados, especialmente el protagonista, que resulta cercano y perfectamente entendible en sus reacciones, atractivo para el lector pese a su vida anodina. 

Rafael Marín ha sabido crear una novela de fantasía que, no obstante, puede resultar poco fantasiosa, anclada en ritos antiguos y sacando a la luz miedos atávicos, esos que todos hemos sufrido alguna vez o podemos imaginar sin esfuerzo. 

@Pilar López Bernués