Argumento:
El libro se compone de diez relatos ambientados todos en la Alta Edad Media, el primero de los cuales sirve de título a la obra.
La autora nos sitúa en una época en la que en la Península habitaban moros, cristianos y judíos, los reyes y nobles estaban constantemente en pie de guerra, había hambruna, miseria, incultura, una fe ciega en los designios de Dios, temor a la Iglesia y mucha superstición.
Con esas premisas, han sido elaborados diez cuentos que tienen por objeto, según palabras de la autora, situar al lector en un entorno, a veces poco conocido, pero que forma parte de nuestro pasado y es más “historia” que el nombre de los reyes godos o las fechas de determinadas batallas.
Apreciamos en los relatos diferentes aspectos de esa época medieval. Así, por ejemplo, vemos cómo se desenvuelve una joven cristiana casada con un musulmán al quedar viuda, asistimos a un “juicio de Dios”, leemos historias de hombres-lobo y demás personajes maléficos, muy arraigados entre la cultura popular, asistimos a despiadadas luchas de poder, acuerdos matrimoniales y hasta a un riepto (venganza que podía llegar a ser de linaje).
En el libro se incluyen dos interesantes apéndices. El primero informa del origen de los relatos, algunos de los cuales parten de hechos reales, y el segundo es una breve referencia histórica de los personajes nombrados y no ficticios.
Opinión:
Me ha parecido un libro muy interesante. Cada relato está magistralmente ambientado y es fácil ponerse en la mente de los protagonistas y su entorno. Vemos fácilmente la manera de vivir de una época con los principios, ideas, temores y credos de los habitantes, cuando una condena o un “juicio de Dios” eran una fiesta, por ejemplo, y nadie cuestionaba que el reo fuera condenado a la hoguera. Leemos, igualmente, el destino que esperaba a jóvenes convertidas en “regalos” e instaladas en harenes de cortesía, junto con eunucos, o que en Pamplona existía una importante “escuela de esclavos”.
Es una obra fácil de leer, muy amena y muy bien ambientada. De forma distraída, el lector acaba aprendiendo mucha historia, esa del “día a día” que incluye una determinada forma de ser y de pensar. La autora incluye una bibliografía y cita varias fuentes en las que el lector puede ampliar los datos relatados en forma de cuento.
@Pilar López Bernués |
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